El turismo tiene un impacto directo en la rentabilidad de las viviendas en la Costa del Sol, especialmente aquellas ubicadas en zonas de alto tráfico turístico. Las propiedades cercanas a la playa o en áreas con una oferta cultural y de ocio suelen tener una alta demanda para alquileres vacacionales, lo que incrementa la rentabilidad a corto plazo.
El turismo también afecta positivamente a la revalorización de las propiedades, ya que las zonas más visitadas por turistas tienden a apreciarse más rápidamente debido a la alta demanda.
Es importante señalar que el dependencia del turismo también tiene sus riesgos. Si hay fluctuaciones económicas o crisis globales, los alquileres vacacionales pueden verse afectados por la reducción del número de turistas.
Las propiedades en zonas menos turísticas pueden tener una rentabilidad más estable a largo plazo, ya que la demanda local y la oferta de alquileres a largo plazo ofrecen una mayor seguridad. En general, las propiedades turísticas ofrecen una rentabilidad mayor, pero a mayor riesgo.
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